Dedicado especialmente a mi hermano Ismael, a los que les gustan Los Secretos, y también, a todos los que anoche estuvimos allí…No sé si sabré contar esta historia tan bonita cómo es, pero lo voy a intentar… Es la historia de nuestra adolescencia, de la importancia de las letras de las canciones, de la música, los amores, también de los desamores que fueron unos cuantos, y los que te acompañan por el camino…Bueno, quizás algunos ya la conozcáis, pero la quiero volver a contar… Imaginaros tener 14, 15 o 16 años, luego cumplir 17, y también 18… y que unos, entonces, chavales, llamados Los Secretos, pongan letras a cada uno de esos multisentimientos…Con los años, y después de seguir escuchando su música, sobre todo en la carretera, mi hermano me pidió que pintase a uno de ellos, Enrique Urquijo, y después de un largo periodo con el píntame, píntame, pinté este cuadro y escogí como letra que lo acompañara la canción «Volver a ser un niño»…
Anoche, en el Gran Teatro de Elche, su hermano Alvaro, la presentó como la preferida de Enrique y si las casualidades no existen, resultó entonces ser otro motivo que supera los porqués…Anoche, volvimos a ser adolescentes otra vez y hasta mi madre desde el palco número siete, la vi bailar sonriente… eran las canciones que también a ella, por nosotros, le habían acompañado unas veces susurrando y otras, también, a grito pelao…
Al finalizar pudimos saludar al grupo y hacer entrega a un simpatiquísimo Alvaro Urquijo, de un marco con la foto del cuadro con aquella canción…María, la hija de Enrique, será la que viva con él…
Dolça ♥