Leer un libro es viajar, pero desayunar con Sazed, mientras te cuenta sus recuerdos, es como dar un saltito, meterse en su memoria y estar allí con él…
La historia que esta mañana me contaba transcurre en este lugar. Ya la había escuchado en otras ocasiones pero, esta vez, la ha vuelto a contar, como si hubiese rebobinado la cinta unos días más…
Sucedió en el año 1971, después de la guerra de la independencia de Bangladesh, cuando un jovencisimo Sazed pidió permiso a la secretaria del Chittagong Club(Construido en la época inglesa, 1875,por el conocido «tea planter» Mr. W. A. Campbell) para tocar el piano que allí tenían…
– Tocabas para la gente?
– No tocaba para mi…Un día cuando llegué había alguien más tocando el piano, era el americano Derec Wildman, que había llegado a Bangladesh para retirar las minas antipersonas…
– Durante unos días, contaba, me hice inseparable de él, lo llevé a casa, le enseñé mis cosas, mi familia, mis patos, quedó sorprendido al ver el tamaño de sus huevos…
– Me puedo llevar uno? preguntó…
De vuelta a su hotel le contaba a Sazed que sabía que Bangladesh era pobre, pero nunca se hubiera imaginado que un país pudiera ser TAN pobre…Madre mía, qué le has dicho! he pensado yo…quién conozca a Sazed bien, sabe que el baremo de la pobreza es muy relativo…Qué es ser pobre y ser rico?
-Y cómo es América?
– Ufff, no te lo puedes ni Imaginar, es tan rica…
-Y cómo puedo yo viajar hasta allí?
-No sé, comprándote un billete de avión…pensaba Derek, seguro que incrédulo de que aquel chiquillo algún día pudiese salir de allí…
-I have to give him a lesson!!! I have to give him a lesson!!! pensaba Sazed mientras caminaba a su lado…Y cómo se la podré dar si no conozco su país?
– Ya sé, pensó Sazed, le voy a llevar a un sitio que no haya visto jamás, le voy a llevar a un akhra (reunión de faquires y shadus que bailan y cantan juntos hasta entrar en trance)…
-Te voy a llevar a un lugar con la condición de que no tomes ganja aunque te lo ofrezcan…
Un a vez allí Derek quedó sorprendido de la riqueza de aquella música y su cultura, incluso bailó con ellos y no quería marcharse de aquel rincón tan singular.
-Vamos Derek, tenemos que volver, se ha hecho tarde ya!!!
Por el camino de vuelta a casa, esta vez, las palabras de Derek fueron de disculpa…
-«I am very, very sorry, now I know how rich you are…»
Dolça
6 respuestas a Breakfast with Sazed