El sábado fue el cumpleaños de mi padre y quedamos a comer en una pizzeria del centro de Elche. Siempre que mis padres cumplen años, le doy vueltas a ver que cosita realmente les podría hacer ilusión. La verdad es que cada vez opto más por esas pequeñas cosas. A Sofi le hacía ilusión que le regalara un marquito con una foto que no hace mucho encontramos perdida en una carpeta del ordenador. Estas cosas de la tecnología tienen eso, que lo tenemos todo tan guardado, evitando el papel que ocupa espacio, que olvidamos pequeños instantes de felicidad.

En la tienda estos días, la Casa Titán nos había venido a hablar de un nuevo producto: La pintura de Acualux mate, especial pizarras, Chalk Paint, que se puede aplicar sobre multitud de superficies.

Miguel me dejó unos colores para hacer unas pruebas. Por lo que aunque cuando empecé a probarlas, todavía no había decidido que ese sería mi regalo de cumpleaños, conforme fui acabando de pintar la cajita de madera que había utilizado como soporte, pensé que no había regalo que me gustase más:- Felicidades papá, le escribí con tiza en la parte de arriba.

También pensé que una bolsita llena de sombreritos, gafas, bigotillos, corazones y besos, sería muy divertido para hacernos después una foto todos juntos.

Y así fue…

76 años celebrando la vida…

Dolça

Posdata: La pintura Acualux mate se puede utilizar sobre multitud de superficies, vidrio, plástico y porcelana incluidos. He hecho también una prueba sobre una taza, ya os enseñaré cómo queda otro día.