Es el puente del Pilar y mi casa anda revolucionada porque va a ser el cumple de Sofi y ha decidido hacer tres celebraciones durante estos días, la primera con las amigas del balonmano, la segunda con la familia y la tercera para las amigas del instituto, todavía conseguimos encajar otro día, el primero, para la clase de sitar y tabla de Sazed con sus alumnos Pequeño Iván y Joan que vienen desde Puerto de Sagunto y un poco más allá…
La clase empieza siempre acompañada de una taza de té, donde además de contarnos cómo nos va, los «Dhagenna Ketedhin katetaka there Kete» ronronean en mi cocina…
Pequeño Iván, que ve que estoy con mi cuaderno de dibujo en mano, comenta riendo que hay que llevar cuidado con lo que hablan porque de ahí seguro que sale un dibujo, je,je… están hablando de las cuerdas de sitar de Joan, pero para dejarlo en intriga, esta vez no voy a contar lo que les pasa… tan sólo os dejo con el sonido de la cucharilla removiendo el azúcar…
De vez en cuando me cuelo en el salón de la música para ver cómo van, y les hago una foto, un vídeo, o un dibujo…
«Dhagenna Ketedhin katetaka there Kete»
Unos días después llegó Hanif, el percusionista de Rajastan que ya os conté que actuó con Sazed en la Casa de Cultura de Crevillente y consigo hacerle un dibujito rápido mientras ensaya.
Le dedico esta entrada a Sazed, P. Iván, Joan, Hanif y todos aquellos que un día decidieron sumergirse en la música clásica India con sus instrumentos buscando saber más sobre sus resonantes sonidos…
Dolça